Para luego amar,
aún es preciso sentirse solo en residencias de estudiantes
y andar en círculos por los rincones.
Hay que demorarse en habitaciones sin misterio;
pasar por baños públicos o peajes
de autopista donde horas y piel son casi iguales.
Para luego amar, sin duda,
hace falta un temor grande a lo vacío.
(Aclaro:
todo esto es para luego amar;
no para ser amado).
miércoles, 23 de junio de 2010
miércoles, 9 de junio de 2010
Genealogía
La ausencia taciturna de la madre;
el silencio aún reciente del padre;
la grieta, el desamor que se afianza en el chalé
que fue casa,
que ahora está frío aunque es verano…
Pues bien:
habitación es un volumen de aire limitado por tabiques
y madurez,
comprender que lo sutil de un gesto
no es explicable.
el silencio aún reciente del padre;
la grieta, el desamor que se afianza en el chalé
que fue casa,
que ahora está frío aunque es verano…
Pues bien:
habitación es un volumen de aire limitado por tabiques
y madurez,
comprender que lo sutil de un gesto
no es explicable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)