Casa vacía, deseo que me habiten;
vino undoso, darme y que me beban.
domingo, 26 de octubre de 2014
domingo, 12 de octubre de 2014
Poema escrito en un tiquet de la compra
Yo rechacé el orden
claro
que me dio él
de cama, tú y sitio propio
en la ciudad.
Yo, que rechacé ese sentido;
yo, que me extravío.
[Carrer de Rogent, Barcelona]
claro
que me dio él
de cama, tú y sitio propio
en la ciudad.
Yo, que rechacé ese sentido;
yo, que me extravío.
[Carrer de Rogent, Barcelona]
sábado, 4 de octubre de 2014
Crítica feroz
El 11 de diciembre del 57 escribió Bioy Casares en su diario que él y Borges habían estado leyendo poemas de Herrera y Reissig. "Todas las palabras parecen erratas", fue el escueto y acerbo comentario de Borges.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Belleza es el nombre primero de la muerte
Belleza es el nombre
primero de la muerte;
sazón, decrepitud,
declive luego. Cambiante y sucesiva,
muerte al fin se llama,
y encuentra su ser.
primero de la muerte;
sazón, decrepitud,
declive luego. Cambiante y sucesiva,
muerte al fin se llama,
y encuentra su ser.
martes, 23 de septiembre de 2014
Islas solas
En esto está mi fuerza, en embarcarme
en mares muy profundos, procelosos,
sola y llegar al fin, tras tantos días,
y arribar a puertos no hollados.
En esto están mi fuerza y mi imprudencia:
parejas van, a cual más fiera.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
La muda
Haber escrito
sin saber que iba a acabárseme el don:
ese es mi mal.
Todo ya gastado.
Dije
y, cuando callé,
fue irrevocable.
sin saber que iba a acabárseme el don:
ese es mi mal.
Todo ya gastado.
Dije
y, cuando callé,
fue irrevocable.
domingo, 6 de octubre de 2013
Feuilles mortes
Cadáveres;
en mi paseo taciturno voy pisando cadáveres de oro húmedo.
Desde que la profesora de biología nos explicara
que, científicamente, las hojas secas debían considerarse cadáveres desgajados
del árbol, no he logrado deshacerme de esta imagen fúnebre. Cada otoño me asalta
la misma angustia al ver que calles y avenidas amanecen tapizadas de cadáveres
insepultos en todas las gamas del ocre. Para un alma sensible, es doloroso verlos
caer moribundos y amontonarse en desorden, como tras una matanza. La naturaleza
es una madre cruel que les niega la tumba.
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