Todas las musas han muerto.
Sólo se puede gritar
¡no! Están muertas las musas.
Nadie ha escuchado sus gritos.
¡Venga!, te digo… ¡deprisa!
Vamos a olerlas sin ruido:
luego se habrán vuelto negras,
luego habrá que enterrarlas.
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muy bueno y duro, me gusta.
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