miércoles, 11 de abril de 2012

Vidas posibles

Una persona abandonada a sí misma se encierra en una casa y lee; lee hasta quemarse los ojos, hasta despellejarse las yemas de los dedos de tanto pasar páginas. Llega a saberlo todo, como Borges (no a través de la vida, sino de los libros) y esboza una monumental Teoría General del Lector que ocupará varios volúmenes. Luego se muere y nadie lo llora, ni los libros.

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